Se trata de un opening diseñado para su distribución clásica en televisión, caracterizado por su corta duración de 27 segundos y la discreta presentación de nombres en los rótulos. En términos de mimetismo, el grado de adscripción es bajo, ya que no se utilizan imágenes directas de la serie, sino dibujos creados meticulosamente con una tableta gráfica basados en las fotografías promocionales de la serie y la película Psycho. El enfoque adoptado sigue la tendencia contemporánea de minimizar artificios en el discurso, evidenciado por la ausencia de imágenes de los actores para permitir una referencia sutil en el contenido visual.